La disciplina fiscal al realizar el recorte del gasto público, el cambio de deuda con mejores condiciones y el cobro del impuesto al valor agregado, ha permitido que el gobierno de Rodrigo Chaves disfrute de las mejores cifras fiscales de los últimos 3 años al excluir el pago de los intereses de la deuda.
Esto se traduce en menos presión sobre las tasas de interés, más liquidez, más consumo y empleo en la economía.
Y es que, al registrar superávits primarios de forma sostenible, también se puede reducir el peso de deuda pública en relación con el PIB, lo cual, haría que se supere al fin la regla fiscal que ordenó contener el gasto público y congelar los salarios hasta que dicha relación esté por debajo del 60%.
Las buenas cifras económicas han sido reconocidas por las calificadoras de riesgo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el mismo Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien se han cumplido todos los compromisos.
El superávit primario (diferencia entre ingresos y gastos excluyendo intereses) llegó a los ₡470.000 millones en julio, representando un 1% del Producto Interno Bruto.
Esta cifra es la tercera más alta de los últimos 19 años, superada únicamente por los ₡712.000 millones del 2022 y los ₡655.000 millones del 2023.
Sin embargo, la mala noticia es que, a pesar de todos los esfuerzos, los intereses de la deuda siguen subiendo y llegaron ₡1,3 billones (2,8% del PIB) y eso provoca que el gobierno reporte un déficit abultado de ₡903.000 millones.
“Las cifras son muy buenas y eso lo están viendo las calificadoras de riesgo como Moody’s, lo cual genera varios efectos: los bonos de Costa Rica se venden en los mercados internacionales más caros y esto brinda más oxígeno para las personas, ya que las tasas de interés están menos presionadas al bajar la deuda. Además, al relajarse las tasas de interés, se tiene que hablar menos de impuestos y la Hacienda se dedica a cobrar los que ya hay. Por otra parte, las buenas calificaciones traerían más inversión extranjera directa y, por ende, más empleo y desarrollo para el país”, aseguró Daniel Suchar, analista financiero.
El gobierno ha insistido en la necesidad de frenar el gasto público y por eso existe tanta resistencia para aprobar más dinero para las universidades públicas.
“Nos ha costado mucho lograr superávits primarios y reducir la relación deuda PIB y con eso, estamos generando las condiciones para destinar menos recursos para el pago de intereses y más dinero para programas sociales, medio ambiente, seguridad, cultura e infraestructura”, aseguró Nogui Acosta, ministro de Hacienda.
RealRisk/ Fuente: LA REPÚBLICA (Diario de Costa Rica)