El análisis más reciente del comportamiento del consumo en Venezuela revela una configuración económica inusual: la coexistencia simultánea de tres patrones de gasto que reflejan la segmentación profunda del país. Este fenómeno, identificado por firmas de consultoría económica y expertos del sector, presenta características propias de economías dolarizadas, de ingreso medio y de ingreso bajo, con implicaciones estratégicas para actores empresariales y financieros que operan en el territorio.
Segmentación del consumo en cifras
– 30 % de los hogares mantienen hábitos de consumo similares a los de países con alta dolarización, como Panamá, con preferencias por marcas internacionales, compras digitales y servicios premium.
– 40 % se identifica con patrones de economías de ingreso medio, como Colombia o Perú, donde el consumo está orientado a productos de calidad media, acceso selectivo a servicios financieros y búsqueda de estabilidad.
– El 30 % restante responde a modelos de subsistencia propios de economías de ingreso bajo (ej. Honduras, Nicaragua), en los que prevalece la informalidad, el autoservicio y el consumo esencial vinculado a alimentos y bienes básicos.
Factores estructurales que impulsan la triple dinámica
– Dolarización parcial del sistema: Aunque no oficial, la circulación generalizada de dólares ha modificado significativamente los hábitos de compra, segmentando el poder adquisitivo.
– Altos niveles de desigualdad: La disparidad económica entre grupos sociales se traduce en mercados paralelos y preferencias divergentes.
– Formalidad e informalidad en tensión: El crecimiento del comercio informal ha ampliado la oferta en zonas populares, mientras que el comercio formal mantiene su presencia en sectores de alto poder adquisitivo.
– Intervención estatal limitada: La capacidad del Estado para regular precios y acceso ha disminuido, dejando que el mercado defina sus propias reglas.
Implicaciones para el sector institucional y privado
La naturaleza tripartita del consumo en Venezuela obliga a una reevaluación de estrategias empresariales y operativas:
– Empresas de retail deben adaptar su portafolio y canales de distribución a tres tipos de consumidores, con líneas diferenciadas por poder adquisitivo.
– Instituciones financieras enfrentan retos en bancarización, diseño de productos y análisis de riesgo, dada la heterogeneidad del mercado.
– Fintech y e-commerce identifican oportunidades de expansión en segmentos dolarizados y emergentes, mientras buscan soluciones adaptadas para consumidores de ingreso bajo.
Perspectivas del mercado
Analistas coinciden en que el comportamiento de consumo en Venezuela no puede evaluarse bajo categorías convencionales. Esta segmentación plantea tanto desafíos operativos como oportunidades de innovación y rediseño de modelos de negocio. La clave estará en reconocer la estructura fragmentada del poder adquisitivo nacional y construir estrategias sensibles a sus múltiples realidades.
RealRisk / Fuente: Atenas Grupo Consulto