En Venezuela, el modelo “compre ahora, pague después” (BNPL) está ganando terreno con la fintech Cashea, que procesa transacciones equivalentes al 3,5% del PIB nacional. El modelo se sustenta en datos alternativos y apunta hacia una mayor adopción del Open Banking para escalar el crédito y la inclusión financiera en un contexto de alta inflación y exclusión bancaria.
En un entorno económico complejo como el venezolano, la fintech Cashea ha introducido con éxito el modelo “compre ahora, pague después” (BNPL), que ya procesa transacciones por un valor equivalente al 3,5% del PIB nacional. Este avance responde a un mercado con acceso limitado al crédito tradicional y con alta demanda de financiamiento alternativo.
La clave del modelo radica en el uso de datos alternativos (en lugar de historiales crediticios convencionales) para evaluar riesgos, lo que permite ofrecer crédito a poblaciones subatendidas. Además, Cashea trabaja con miles de comercios que financian directamente las compras, mientras la fintech se encarga de evaluación, cobranza y monitoreo.
El fenómeno se potencia gracias al crecimiento del Open Banking: la apertura y compartición de datos financieros con el consentimiento del usuario permite modelos más ágiles, personalizados y escalables. En Venezuela, este marco tecnológico abre un nuevo camino hacia la inclusión financiera real.
Este cambio de paradigma no solo democratiza el acceso al crédito en un país donde la banca tradicional no logra cubrir la demanda, sino que también redefine cómo los latinoamericanos pueden utilizar tecnología financiera para superar barreras estructurales.
RealRisk/ Fuente: Superintendencia Antimonopolios de Venezuela