D1, Ara e Ísimo dinamizan la economía local y se convierten en impulsores de empleo formal

La expansión de las cadenas de hard discount en Colombia está generando un impacto positivo en las economías regionales. Según un estudio del Banco de la República, tras la llegada de D1, Ara e Ísimo a distintos municipios, el empleo formal ha crecido en promedio 10,2% en cinco años, acompañado de un mayor recaudo fiscal y el fortalecimiento de proveedores locales. Estas tiendas, que ya superan las 4.300 en todo el país, no solo cambiaron la forma de comprar, sino que se consolidan como motores de desarrollo económico en territorios históricamente rezagados.

El efecto de los hard discount ya se siente en las economías regionales; pues al cumplir con su objeto comercial, D1, Ara e Ísimo se convirtieron en tractores para la generación de riqueza en aquellas municipalidades en las que se han asentado.

Su rápida expansión -y gran aceptación del público- generó temores sobre el impacto que podrían tener para otros jugadores del comercio como tiendas y mini mercados.

Sin embargo, una investigación elaborada por especialistas del Banco de la República, encontró que, tras la apertura de la primera tienda en las municipalidades colombianas, en solo cinco años el empleo formal creció 10,2%; esto como resultado de una expansión anual promedio de 1,7 puntos porcentuales en la tasa de enganche laboral.

Sus góndolas, además, conectan a miles de consumidores con productores locales y, de esa manera, estos retailers generan cadenas de valor para las provincias que las reciben.

“El aumento de la demanda, por parte de las cadenas de descuento duro hacia los proveedores formales locales, parece explicar el aumento del empleo en estas industrias, en particular en la manufactura, la agricultura y la construcción”, cita el estudio del Emisor.

Las tiendas de estas cadenas le han dado chispa a territorios en los que históricamente no se han visto fuertes dinámicas empresariales; su distribución nacional, por ejemplo, muestra locales en departamentos como Guaviare y Amazonas, cuyos PIB son de $1,3 billones y están muy lejos de regiones como Bogotá y Antioquia que, para 2024, generaron una riqueza total de $430,1 billones y $253,2 billones, respectivamente.

“Más allá de abrir tiendas, crecer para nosotros significa generar impacto: más de 18.000 empleos directos, aportes al recaudo local y una cadena de proveedores nacionales que representan más de 92% de nuestras ventas”, comentó Nuno Sereno, director general de Tiendas Ara.

Resaltó que “desde 2012 hemos invertido más de €$1.260 millones (alrededor de $5,7 billones al cambio de hoy) y construido una red de más de 1.500 tiendas en 29 departamentos y más de 350 municipios del país”.

La propuesta de valor de estos competidores se ha basado en la mejor relación precio-calidad y, de acuerdo con los investigadores del Banco de la República, “a medida que los consumidores reducen la proporción del dinero que gastan en comestibles tras la llegada de los hard discount, pueden aumentar su gasto en otros bienes”.

Esas nuevas dinámicas, según los autores del estudio, derivan también en mejores recaudos tributarios para los municipios: los ingresos fiscales aumentaron, en promedio, 10,1 puntos porcentuales en el quinquenio contado a partir de la primera tienda abierta.

“Creemos en crecer de forma sostenible y eso implica invertir cada año en nuestra red de tiendas”, dijo Christian Bäbler Front, presidente de Tiendas D1.

“Solo en 2024 destinamos más de $36.000 millones en remodelaciones y ampliaciones. Son inversiones que no solo fortalecen nuestro modelo, sino que se traducen en empleo y dinamización económica en las regiones. Apostar por Colombia no es una decisión coyuntural, es una convicción y una identidad”, concluyó.

Hay más de 4.300 tiendas de descuento

Los tres grandes jugadores del hard discount tienen más de 4.300 tiendas activas en el país y, de manera desagregada, Tiendas D1 supera los 2.600 establecimientos; Tiendas Ara rebasa las 1.500 e Ísimo está por encima de 281. Respecto a su peso en la economía regional, el Emisor apuntó que “su entrada aumenta el empleo formal local, principalmente en los sectores minorista, manufacturero y agrícola. Estos efectos indirectos sugieren que la entrada de estas cadenas en un nuevo municipio genera una cadena de formalidad positiva”.

RealRisk/ Fuente: Banco de la República