Entre enero y septiembre de 2025, la inflación en Venezuela alcanzó un acumulado del 108,7%, según fuentes independientes citadas en el estudio de datos económicos recientes. Este salto de precios evidencia una nueva fase de inestabilidad en el poder adquisitivo, en un contexto marcado por menor acceso a divisas, depreciación del bolívar y una economía que aún enfrenta grandes desequilibrios monetarios.
Durante los primeros nueve meses de 2025, Venezuela registró una inflación acumulada del 108,7%, lo que indica un ritmo de subida de precios que supera nuevamente el umbral del 100% y pone al país en un terreno similar al de periodos de hiperinflación.
Este fenómeno ocurre en un contexto donde la depreciación del bolívar, el acceso restringido a divisas y un amplio mercado paralelo han erosionado la estabilidad monetaria. La alta inflación afecta la capacidad de ahorro de los hogares y el costo de vida cotidiano, alimentando la precariedad económica.
Las proyecciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúan la inflación de Venezuela al cierre del año en torno al 269,9%, y para 2026 prevén un alza aún más aguda, lo que subraya el riesgo de que la tendencia actual se intensifique en los próximos meses.
La aceleración de los precios plantea desafíos profundos para el poder adquisitivo, el acceso al crédito y la estabilidad del consumo interno, elementos fundamentales para la recuperación económica del país.
RealRisk/ Fuente: Banco Central de Venezuela