Buques fantasma vuelven a cargar crudo en Venezuela pese a la presión de EE.UU.

Mientras Estados Unidos intensifica su presión sobre el sector petrolero venezolano, en el puerto de José, el principal terminal de exportación del país, dos superpetroleros operan en silencio. Buques “fantasma”, embarcaciones que evitan los sistemas tradicionales de rastreo y que hoy están cargando crudo venezolano, evidenciando las limitaciones de las sanciones para frenar una de las principales fuentes de ingresos del Gobierno de Venezuela.

La llegada de estos tanqueros coincide con un repunte en las exportaciones petroleras del país. Tras registrar cargas promedio cercanas a los 586.000 barriles diarios en noviembre, Venezuela elevó ese volumen a alrededor de 880.000 barriles por día en diciembre de 2025, de acuerdo con datos de seguimiento marítimo citados por Bloomberg Línea. El aumento refleja una estrategia sostenida para mantener el flujo de crudo hacia el exterior, incluso bajo un entorno de mayor vigilancia internacional.

Los llamados buques fantasma forman parte de una red de transporte opaca que permite mover petróleo al margen de los controles convencionales. Estas naves suelen apagar sus sistemas de identificación automática, cambiar de bandera o modificar su registro, lo que dificulta su trazabilidad y complica los esfuerzos de Washington por restringir las exportaciones venezolanas.

El episodio se produce poco después de que Estados Unidos incautara un petrolero sancionado frente a las costas venezolanas, una acción que elevó la tensión diplomática. Mientras Washington presenta estas operaciones como parte de su estrategia para frenar el comercio petrolero ilícito, el Gobierno venezolano las denuncia como actos de piratería internacional. En ese pulso, los buques fantasma siguen atracando, cargando y zarpando, convertidos en una pieza clave del ajedrez energético y geopolítico que rodea al petróleo venezolano.

RealRisk/ Fuente: Bloomberg