El gobierno de Donald Trump ha ordenado a varias compañías extranjeras, incluidas Etablissements Maurel & Prom SA y una empresa de asfalto dirigida por Harry Sargeant, cesar sus operaciones en Venezuela en un plazo de 30 días. Esta medida sigue a la reciente notificación del Departamento del Tesoro a Chevron, que deberá finalizar sus actividades en el país antes del 3 de abril, un plazo más corto de lo habitual.
La decisión de revocar las exenciones que permitían a estas empresas operar sin sanciones busca aumentar la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro para implementar reformas democráticas y aceptar más migrantes deportados desde Estados Unidos. Empresas como Repsol SA y Eni SpA están a la espera de saber si sus exenciones también serán anuladas.
El impacto en la economía venezolana, altamente dependiente del petróleo, será significativo. Chevron y otras compañías han sido fundamentales para el crecimiento del sector petrolero, y su salida podría agravar la ya delicada situación económica del país. Sin embargo, fuentes indican que Trump podría reconsiderar su postura en el último momento, dependiendo de las negociaciones políticas en curso.
RealRisk / Fuente: Bloomberg