Según la firma Raddar, el gasto de los hogares en Colombia aumentaría cerca de 3,8% en 2025, impulsado por la caída del desempleo y el fuerte ingreso de remesas US$10.850 millones a octubre. Sin embargo, Raddar advierte un posible sobrecalentamiento del consumo: gran parte del gasto estaría apalancado en crédito y remesas, lo que podría comprometer la sostenibilidad del gasto a mediano plazo.
La economía colombiana sigue impulsada por el gasto de los hogares. Según la firma Raddar, para 2025 el consumo podría cerrar con un incremento de aproximadamente 3,8%, un avance mayor al esperado. Este repunte está alimentado por la mejora del empleo y un crecimiento notable en las remesas recibidas por familias, que habrían sumado cerca de US$10.850 millones hasta octubre.
Sin embargo, para Raddar este auge en el gasto trae consigo riesgos importantes. Gran parte del consumo está siendo sostenido por crédito, tarjetas, consumo, libre destinación, y por remesas, lo que podría debilitarse si hay ajustes en tasas de interés, depreciación del peso, inflación persistente o una caída en los ingresos.
La inflación sigue siendo un lastre, con una presión considerable sobre los hogares, especialmente los de ingresos bajos, ya que las canastas de alimentos, vivienda, transporte y servicios representan una porción desproporcionada del gasto. Esto podría convertir un impulso temporal en una carga estructural, con menor ahorro y mayor endeudamiento.
Por su parte, el mercado interno ha mostrado señales de normalidad: la demanda de bienes durables (automóviles, electrodomésticos) y bienes discrecionales se ha reactivado. Pero la advertencia de Raddar es clara: si la recuperación del ingreso real no acompaña, el consumo podría desacelerarse en 2026, afectado por el mayor costo de vida, incremento en tasas de interés y vulnerabilidad del empleo informal.
RealRisk/ Fuente: Raddar