Un reciente estudio revela que muchos hogares en Costa Rica ahora compran mayor volumen en cada visita al supermercado o tienda, buscando que su presupuesto alcance por más tiempo en un contexto de presión económica y precios altos. Este cambio en el patrón de consumo evidencia una estrategia para optimizar recursos y reducir la frecuencia de compras.
Un estudio reciente captado por medios locales revela que los hogares costarricenses tienden ahora a adquirir mayores volúmenes de productos en cada compra, un cambio que responde a la necesidad de que el presupuesto alcance más, ante el contexto de inflación y precios elevados.
La tendencia implica que las familias planean sus compras de forma distinta: reducen la frecuencia de visitas al comercio y buscan surtir más productos de una vez. Según los datos, esta estrategia no solo ayuda a ahorrar dinero sino también a optimizar tiempo.
Este patrón no solo se observa en alimentos y productos básicos, sino como parte de un ajuste más amplio del consumidor costarricense: muchas familias priorizan lo esencial, revisan precios, comparan opciones y buscan eficiencia en su gasto, más allá de elegir marcas económicas o presentaciones pequeñas.
El fenómeno refleja una adaptación a nuevas realidades económicas: ante la incertidumbre del ingreso y el aumento generalizado en costos, los hogares aplican estrategias de “resistencia financiera”, comprando en volumen, planificando compras y evitando gastos innecesarios, en un intento por mantener el equilibrio del presupuesto doméstico.
RealRisk/ Fuente: Worldpanel by Numerator